lunes, 27 de agosto de 2018

Marcelo fumando

Compré la foto en un puestecillo, cerca de Campo dei Fiori (un inciso: el tipo que me la vendió era clavadito a Andy García en El padrino III; incluso hablaba y se movía como él), y el mismo día que regresé a Sevilla le puse un marco y la colgué de la pared del comedor. En esta casa va usted a fumar todo lo que le dé la gana, don Marcelo, le dije a la foto. Se va usted a fumar lo suyo y lo mío, lo que yo me fumaría si tuviera cojones y no anduviera acogotadito con tanta tontería, que si el cáncer, que si la edad...


Qué gusto me da ver ahí a don Marcelo echando humo. No le importe echármelo a la cara, dele otra caladita... Ahí, ahí... ¡Hasta el fondo, señor Mastroianni!