miércoles, 30 de diciembre de 2009
ESTÁ MUERTO, ¿NO?
-Está muerto, ¿no?
PAREDES/LLUVIA/131
La lluvia en exceso me repugna. Las ropas húmedas, los zapatos mojados, los charcos de agua sucia... todo eso me da asco. Debería escampar de una vez por todas. Días de lluvia... Aprendí a conducir en días como estos. Me acuerdo del olor a perro mojado del viejo 131 de mi padre. El volante pringoso, el parabrisas empañado y perlado de gotas de agua y los limpiaparabrisas haciendo frap-frap, frap-frap. Y el nudo en el estómago cada vez que tenía que aparcar aquel transatlántico. Pitad, cabrones. No veía nada con aquel morro inmenso y aquellos cristales empañados. Y cómo pesaba la dirección, tenías que agarrar el volante así y tirar con toda el alma. Y los de detrás venga pitar. Sí, llovía, llovía mucho cada vez que cogía el 131 de mi padre aquel invierno de 1987. ¡Qué mierda de lluvia!
domingo, 27 de diciembre de 2009
INVENTARIO APRESURADO
Con Bolaño estuve en Isla Canela, quiero decir en el desierto de Sonora, desenterrando cadáveres de muchachas asesinadas y violadas y esperando con la respiración contenida y un hilito de baba cayéndome de la comisura de los labios la llegada del gigante que nos salvará de la mala literatura.
Con Bernhard construí una calera (seguí escrupolosamente las indicaciones, y el resultado ahí está) que bien podría ser la casa de mis pesadillas (últimamente sólo pesadillas, siempre casas desvencijadas y malsanas, siempre espacios cerrados y homicidas).
Con Tarkovski, la maravilla de ver cómo en la pantalla del televisor aparecen, sin que uno tenga que hacer el menor esfuerzo, mis sueños y mis recuerdos. Recuerdos, entre otros, de cuando uno era ruso y vivía en San Petersburgo sin un rublo y no hacía otra cosa que releer incansablemente Un héroe de nuestro tiempo y suspirar por las largas y perfectas piernas de Nastasia. Decía Céline que la auténtica aristocracia humana la confieren, digan lo que digan, las piernas, y yo afirmo que si eso es así, no hay mujer más aristocrática que Nastasia Filippovna. Pero estoy desvariando. Basta de Nastasia por hoy.
Lo que quería decirles es que ahora, justo cuando el año 2009 está a punto de irse para siempre, me he hecho amigo del sobrino de Wittgenstein. Él está encerrado en un manicomio y yo en un sanatorio para enfermos de pulmón, maldito sea el tabaco. Sanatorio y manicomio, instituciones sumamente austriacas, están separados por una verja que los reclusos (sí, somos reclusos antes que pacientes) de uno y otro lado burlamos con gran facilidad arrastrándonos por debajo. Al atardecer los locos tienen que ser capturados por los guardianes y metidos en camisas de fuerza, y tienen que ser sacados de la zona de pulmón y devueltos a la de los enfermos mentales con porras de goma, como he visto con mis propios ojos, y eso no ocurre sin gritos lastimeros que me persiguen hasta en mis sueños. Pero la amistad de Paul compensa sobradamente tan tristes espectáculos.
Pues eso, Bolaño, Bernhard, Tarkovski y el deseo de Biely. Lo demás puede olvidarse.
viernes, 18 de diciembre de 2009
¡EL FRANCIS BACON NO LO VENDO!
Y yo ahora me pregunto: ¿qué objeto de los que poseo no vendería bajo ninguna circunstancia? ¿Qué cosa es mi Francis Bacon? Y después de meditarlo durante unos minutos, mientras hojeo, precisamente, un libro sobre la vida y obra de Francis Bacon, cuyos cuadros, dicho sea de paso, me atraen y me repugnan a partes iguales, llego a la conclusión (sin sombra de patetismo, que quede claro) de que no tengo nada digno de no ser vendido, pues posiblemente no tengo nada digno de ser comprado. Y aquello que yo llamaría mi Francis Bacon, aquello de lo que no me separaría jamás, bajo ninguna circunstancia, no pertenece al comercio de los hombres, pues no es más que una pobre secreción de mí mismo sin valor alguno, excepto el puramente sentimental. Me refiero (aquí no hay lugar para el misterio) a mis diarios y apuntes, que, como ese hilo de baba que va dejando tras de sí el caracol, he ido dejando yo sobre el camino.

sábado, 5 de diciembre de 2009
ANDREI TARKOVSKI, HERMANN BROCH Y LOS MUROS DE LA INFANCIA MÍA
Y Hermann Broch escribió para mí el relato Una leve decepción, del que copio algunas frases que parecen sacadas de mi propio almacén mental: "Surgía la esperanza leve de que la ciudad se abriera de nuevo al campo." "La pared no tenía ninguna abertura en la planta baja, pues habían cubierto con ladrillos las puertas y las ventanas." "Casi era increíble que existiera un espacio libre tan grande a la espalda de los edificios comerciales." "Si se escuchaba atentamente, se oía funcionar una máquina." "Se divisaba un vasto panorama, por lo visto la casa era mucho más alta de esta parte..." "...allá en las montañas que reverdecían bajo el dorado mediodía, en los campos que se extendían a un lado, claros y brillantes." "...y vio un laberinto de tejados, cubiertos unos con tejas, otros con horrible cartón negro..." "...como si lo persiguieran, bajó a saltos la escalera, aunque dándose cuenta de que había numerosos dibujos obscenos en la vieja pared; parecían pintados por un niño." "Le sorprendió que la casa de la que acababa de salir se prolongara hasta aquel barrio, en realidad bastante alejado." El relato de Broch transcurre en la casa donde transcurren mis sueños.
Hay en la calle Atienza una casa cuya puerta nunca he visto abierta. Un día Lola pasó por delante de la casa y vio que la puerta estaba abierta; detrás de la puerta había un jardín enorme, frondoso y salvaje. Yo he soñado muchas veces con ese jardín secreto que nunca he visto. O tal vez sí lo he visto y he olvidado que lo he visto y he preferido creer que lo he soñado.
jueves, 12 de noviembre de 2009
LECTURAS
jueves, 5 de noviembre de 2009
VIDA COTIDIANA
Y así van transcurriendo mis días en este barrio dejado de la mano de Dios. Contando las monedas que llevo en la cartera, haciendo cuentas mentalmente, soportando los martillazos que suenan por todas partes sin que nadie sepa decirme de dónde viene tanto ruido. Quietecito y a verlas venir.
martes, 27 de octubre de 2009
OTRO IMPACTANTE TESTIMONIO DE UNA DAMA EX TESTIGO DE JEHOVÁ DE GUAYAQUIL, ECUADOR
TRANSCURRÍA EL AÑO DE 1993 [un comienzo digno del mejor Balzac, no me digan que no] EN GUAYAQUIL, ECUADOR, CUANDO LUEGO DE SALIR DE MI OFICINA LLEGUÉ A CASA Y ME ENCONTRÉ A MI HIJO JUAN CARLOS CHARLANDO CON DOS TESTIGAS DE JEHOVÁ UNA NOCHE DE MARZO. JUNTO A ELLOS ESTABA MI MADRE TAMBIÉN CONVERSANDO Y OPINANDO DE ASPECTOS BÍBLICOS QUE LAS TESTIGAS REFUTABAN SIN IMPORTARLES OFENDER A UNA ANCIANA DE OTRA RELIGIÓN [las refutaciones, como las dudas, pueden llegar a ofender, ya se sabe; sobre todo si la refutada es una anciana de otra religión], Y CON ALGO DE MENOSPRECIO SE BURLABAN DE SU FE. MI HIJO JUAN CARLOS ERA FANÁTICO DEL HEAVY METAL DE ESA ÉPOCA Y LAS TESTIGAS LO BOMBARDEABAN CON SUS ATALAYAS. [Esta frase me parece digna de figurar en cualquier antología del surrealismo, me río yo de Breton y sus pamplinas.] LUEGO DE ESTO Y ESTANDO CONCIENTES [sic] DE QUE NO TENÍAMOS NINGUNA RELIGIÓN ESTABLE [por lo que se ve, en esto de las religiones también las hay movedizas. Pero sigamos, sigamos leyendo:], ACEPTAMOS UNA INVITACIÓN A SU SALÓN DEL REINO. MI NOMBRE ES ISABEL EVANGELISTA (MI APELLIDO TIENE RAÍCES EUROPEAS DE ITALIA Y PORTUGAL) [y también de España, mi querida piantada latinoamericana, no me rehuya a la madre patria]. LA CUESTIÓN ES QUE ESTOS FANÁTICOS TJ [abreviatura de "Testigos de Jehová", aclaro para los no iniciados] ODIAN A LOS EVANGÉLICOS Y PENSABAN LOS MUY TORPES E IGNORANTES QUE YO ERA DE ESA RELIGIÓN POR LLEVAR ESTE APELLIDO [¡acabáramos! ¡Cuánta torpeza, cuánta ignorancia la de estos malditos tejotas!], LO CUAL ME TRAJO SERIOS INCONVENIENTES EN EL SALÓN DEL REINO, HASTA HUBO UN ANCIANO QUE ME RECOMENDÓ IR AL REGISTRO CIVIL DE GUAYAQUIL Y CAMBIÁRMELO POR OTRO QUE NO TUVIESE CONNOTACIONES DE LA CRISTIANDAD, SEGÚN DECÍA ESTE ACOMPLEJADO FANÁTICO. [La cosa se va poniendo peliaguda, pero tú ni caso, Isabel querida.] DENTRO DE ESTA SECTA HABÍA DE TODO, FANTOCHES, PAYASOS, AFEMINADOS [vaya, vaya con el Salón del Reino. De las reinonas, habría que decir], HERMANITAS SEDUCTORAS DE MENORES [!], MORBOSOS QUE NO PERDÍAN LA OPORTUNIDAD DE MIRARME CUANDO VOLTEABA [!!], Y LO PEOR DE TODO, NO ME DEJABAN COMENTAR SEGÚN MI PROPIO CRITERIO EN LAS REUNIONES DEL ESTUDIO DE LA ATALAYA. SIEMPRE ESTABAN MOLESTOS PORQUE YO SIEMPRE, COMO TODA MADRE, ESTABA PENDIENTE DE MI HIJO JUAN CARLOS [aquí reaparece el fanático del heavy metal "de esa época", la verdad es que ya se le echaba de menos] INCLUSIVE EN LAS REUNIONES DE JÓVENES, QUE LUEGO JUNTOS JUAN CARLOS Y YO DESCUBRIMOS QUE SE TRATABA DE UNA PANTALLA PARA OCULTAR DELEITES DE LA CARNE E INMORALIDAD SEXUAL. [Pero es que se veía venir... ¡ay, bendita inocencia, mi querida Isabelita! ¿Cómo es que no te diste cuenta, hija mía, desde que pusiste los pies por primera vez en el Salón del Reino, de que la cosa iba de deleites de la carne?] JUNTOS MI HIJO JUAN Y YO ENCONTRÁBAMOS ALGO FÚNEBRE [?] EN LAS PUBLICACIONES, ALGO QUE A NUESTRO ESPÍRITU EN LUGAR DE TRAERLE LUZ, LE TRAÍA AFLICCIÓN Y UNA SERIE DE MALAS VIBRACIONES. SIN LUGAR A DUDAS ESTAS REVISTAS ESTABAN PLAGADAS DE IMÁGENES ESCONDIDAS DE ÍNDOLE SATÁNICA [sin lugar a dudas]. POR OTRO LADO, SUS CRONOLOGÍAS ESTABAN ERRADAS Y NO COINCIDÍAN [nada más fastidioso que una cronología errada y no coincidente, estamos de acuerdo]. RECUERDO UNA NOCHE, ABRÍ EL LIBRO APOCALIPSIS Y ME TOPÉ CON LA IMAGEN DE ESA MANO PODRIDA Y HUESUDA SALIENDO DE UNO DE LOS ÁNGELES EN LA ILUSTRACIÓN Y YO SE LO COMENTÉ A LOS TJ EN EL ESTUDIO DEL LIBRO Y NO SUPIERON CÓMO REFUTARLO, Y SÓLO ME DIJERON QUE EL ESCLAVO NO PUEDE SER CUESTIONADO, PUES ELLOS IMPRIMEN LO QUE MEJOR LES PARECE. [Aquí mi imaginación se desboca. Manos huesudas y podridas, misteriosos esclavos que no pueden ser cuestionados pues imprimen lo que les da la gana... ¡Qué catarata de imágenes en mi mente!] FUE ASÍ QUE NOS FUIMOS DANDO CUENTA, JUAN CARLOS Y YO, DE CÓMO ESTA SECTA MILENARISTA Y APOCALÍPTICA SEDUCE A LA GENTE Y LA SUGESTIONA MENTALMENTE [y todo con la connivencia de los esclavos impresores, malaventurados sean]. COMO RESULTADO DE ESTO ENFERMÉ PSICOLÓGICAMENTE POR ESPACIO DE 3 AÑOS [y es que antes de todo esto, Isabel Evangelista era una persona sanísima, salta a la vista], PUES ME PARECÍA ESTAR VIENDO EN MI MENTE UN ARMAGEDON HORRIBLE Y A LOS MUERTOS SALIENDO DE SUS TUMBAS, PERO COMO ZOMBIES. ERA HORRIBLE. GRACIAS AL PODER DE LA ORACIÓN Y AL AMOR DE JESÚS HOY ESTOY LIBRE DE ESA ORGANIZACIÓN ESCLAVIZADORA LLAMADA WATCHTOWER. SALUDOS DESDE GUAYAQUIL-ECUADOR
ISABEL EVANGELISTA ESPINOZA
Y a quien le haya sabido a poco, encontrará más maravillas como esta en el blog El apologista Sociniano, del ingeniero Mario A. Olcese Sanguineti, cuya atenta lectura no puedo por menos que recomendar desde esta mi modesta página. Salud, y duro con los tejotas.
martes, 20 de octubre de 2009
DEL INCONVENIENTE DE HABER NACIDO
viernes, 9 de octubre de 2009
SEVILLA-ÉCIJA-SEVILLA
domingo, 4 de octubre de 2009
"NO PREGUNTAR MÁS POR EL ZAPATERO ¡POR FAVOR!"
Podemos imaginar a qué grado de desesperación, de hartazgo, tuvo que llegar la dueña de la tienda para verse en la necesidad de poner un cartel así en la mismísima puerta de su negocio. Cuántas veces tuvo que oír de todo el que entraba en la tienda, fuera o no fuera cliente, la misma pregunta insidiosa, cargada de mala leche: Niña, ¿y el zapatero? Y cuánta desesperación hay en ese ¡por favor! Cuánta rabia, cuánta gota que colma el vaso en esos signos de admiración tan bien puestos, por otra parte, que parecen puestos por un catedrático.

sábado, 3 de octubre de 2009
AUTOBIOGRAFÍA ABREVIADA. INFANCIA (III)
1977: La teoría de conjuntos y los bloques lógicos me dan náuseas. Me aprendo de memoria el Trujamán. Sigo siendo el alumno ideal gracias a una fuerza de voluntad y a una confianza en mí mismo de las que hoy carezco por completo. En la tele echan Curro Jiménez. La música de Curro Jiménez me pone como una moto, sólo con oírla me dan ganas de echarme al monte. En mi clase no hay niño que no tenga su propia navaja (de plástico, naturalmente, comprada en La Casa de los Plásticos de la calle Jerónimo Hernández) y en el recreo jugamos a darnos navajazos con el chaleco enrollado en un brazo, como los bandoleros. La fiesta no dura demasiado, sin embargo. Un mal día, por orden de la dirección, don Juan Plata nos requisa las navajas. Unas cuarenta navajas amontonadas sobre la mesa del profesor. Hago la primera comunión disfrazado de Nino Bravo. Cuando el cura me mete la hostia en la boca, me pregunto si seré digno de recibir al Señor en mi aparato digestivo. Elecciones generales. Me declaro demócrata y cristiano. Vacaciones en Torremolinos. Se me muere Elvis Presley, de quien tengo varios discos que no puedo oír porque en casa no hay tocadiscos, para oírlos tengo que ir a casa de mi tía Carmela y pincharlos en su picú. Empiezo cuarto de EGB. El profesor, don Enrique Sojo, es un joven izquierdoso que nos hace copiar poemas de Antonio Machado.
lunes, 28 de septiembre de 2009
FRASE RECURRENTE
martes, 22 de septiembre de 2009
AUTOBIOGRAFÍA ABREVIADA. INFANCIA (II)
1975: Cambio de aires. De las tinieblas de La Salle al sol de Los Calasancios. De la calle San Luis a Montequinto. De los curas a las monjas. Colegio mixto, además. Las niñas, esas criaturas extrañas y sabias y extremadamente interesantes. Rápidamente me echo novia, la Débora. En el largo recreo de la tarde nos paseamos, la Débora y yo, cogidos por la cintura. Un día que estoy saltando a la comba con dos niñas, se me acerca una monja y me reprende. Los niños con los niños, las niñas con las niñas. Obedezco y me busco amistades masculinas. Mi amigo Eduardo me cuenta historias fantásticas que yo tomo por verdaderas. Leo Mortadelo y Filemón. Leo Maese Pérez el organista en una revista del colegio. La muerte de Franco me pilla en cama con paperas. Cuando vuelvo al colegio, leo el testamento político de Franco en el cartel que han colocado a la entrada del edificio principal. La rica multiplicidad de nuestras regiones y todo eso. Juego al escritor: en el lavadero de la casa de la calle Atienza coloco una silla y una mesa y sobre la mesa un montón de cuartillas en las que trato de escribir una novela rusa. En un rincón del lavadero, sobre un viejo colchón, duerme mi mujer (la fregona). Debo acabar la novela, cobrar un anticipo de la editorial y comprar medicinas para mi mujer. Vivimos en la peor de las miserias, pero no me importa. Yo escribo, escribo.
sábado, 12 de septiembre de 2009
AUTOBIOGRAFÍA ABREVIADA. INFANCIA
1969: Largas conversaciones telefónicas con mi tía Carmela.
1970: Me llevan a Gibraleón. Nada más llegar al pueblo, me pego un batacazo y me abro una brecha en la frente cuya cicatriz aún me duele si la presiono con los dedos. Mi padre cuenta con orgullo que no derramé una sola lágrima mientras el practicante o veterinario del pueblo me cosía la herida. Nace mi hermano y yo intento asesinarlo en un descuido de mi madre cubriéndolo con polvos de talco. Mi único amigo: el galápago milenario que vive en los arriates. Le recomiendo a la prima Loli, la más fea del pueblo, que se compre un novio en El Corte Inglés. Yo me echo mi primera novia, la Cinti. Canto el Achilipú y todos se parten con mis gracias. Una noche de verano, sentado en el suelo del patio, descubro que tengo los pies feísimos, pero no se lo digo a nadie. Me hacen cantar una y otra vez el Achilipú. Achilipú, apú, apú...
1971: Otra vez en Sevilla. Yo me dejo hacer. Ya se verá en qué acaba el asunto. Juego con un seiscientos en miniatura igualito al que tiene mi abuelo. Mi tía Carmela me regala un coche a pedales con capota y todo. Conduzco mi flamante coche por el patio del almacén de mi abuelo mientras la lluvia cae sobre la capota. Plot, plot, plot. A todo esto me llevan al Espíritu Santo, mi primer colegio, y yo lloro y me dejo hacer. La clase es oscurísima, no se ve nada. Los niños recitamos a coro: por los siglos de los siglos, amén. Sobrecogedor. En el patio del colegio una monja vende chicles Bazooka duros como piedras. Viene a recogerme mi tío Rafael y yo me abrazo a sus piernas como un náufrago se abrazaría a una tabla. A los pocos días me sacan del colegio. Una vez liberado, me dedico a jugar con los perros de mi abuelo. A la Tula casi la dejo ciega echándole un puñado de tierra en los ojos, el animalito.
1972: A San Cayetano, y esta vez parece que va en serio. Yo me dejo hacer. La clase huele a goma de borrar y a viruta de lápices y a vómito de niño chico. Sor Bibiana me enseña el padrenuestro. Un niño logra aterrorizarme diciéndome que su padre es un romano que va a matar a mis padres y a toda mi familia con su espada, el muy hijo de puta. Otro niño que huele a huevos cocidos me dice que se llama Israel. En el comedor del colegio, después de tomarme la sopa, dibujo con el dedo en el fondo del plato el número 5. Viene un negro y nos hace una película con un tomavistas. Días después nos sientan a todos los niños en el patio y nos pasan la película: mi hermano con la cara llena de chocolate mirando fíjamente y como alucinado a la cámara.
1973: Colegio La Salle de la calle San Luis. Don Fernando, que me trata de usted y entra en trance cada vez que habla a sus alumnos de la imagen de la Virgen de los Reyes que llevaba San Fernando en la silla de montar, el cuadro de honor, la foto de Franco presidiendo la clase, el hermano Secundino golpeándome en la cabeza con una llave o tirándome de las patillas sin que yo le dé motivo alguno, por pura maldad lasaliana, las ortigas que crecen en las grietas de los muros del patio de recreo, el olor a zotal de los urinarios, el cura que vigila en el comedor y me obliga a comer con cuchillo y tenedor el trozo de queso que mi madre me ha puesto en la fiambrera, la cancela del zaguán, los pupitres, el silencio de la clase, el horror, el horror. Cada mañana vomito el café con leche que me da mi madre para desayunar, así que mi madre deja de darme café y empieza a darme zumo de naranja con azúcar. El miedo me hace ser el alumno más aplicado que quepa imaginar. Saco 10 en todo. Sólo una vez me llevo un palmetazo en la mano por equivocarme en una suma. No volverá a pasar. Los cuadernillos Rubio y el bloc de dibujo Platero. El olor que exhalan las páginas de El Parvulito. Cada día debo recitar de memoria la lección de El Parvulito. El profesor me llama por mi apellido, salgo a la pizarra, me pongo de pie sobre una loseta de color más oscuro (y ¡ay del que se salga de la loseta!) y suelto de un tirón: Dios es nuestro padre celestial, que premia a los buenos y castiga a los malos, etc. Disciplina. Flores a María. Sotanas. Soy el número uno de la clase. En el recreo juego a los esquiadores. Los niños corremos en zigzag y movemos los brazos como si lleváramos bastones de esquí. Es deprimente. Don Fernando trae un magnetófono y nos pone villancicos que suenan tristísimos. Pampanitos verdes, hojas de limón... Hubiera preferido no tener que oír esos villancicos. No me gustan las digresiones. Prefiero el ordenado discurrir de las cosas, la disciplina, el terror cotidiano y comprensible.
sábado, 5 de septiembre de 2009
INICIACIÓN A LA LITERATURA SURREALISTA
Escribo de memoria. Si le echara un vistazo a mis libros estoy seguro de que encontraría alguna cosa más. La biografía de Duchamp. Poemas de Breton. Los caligramas de Apollinaire. Sí, hay más. Seguro.
El surrealismo se pasa con los años, como tantas otras cosas hermosas.

sábado, 15 de agosto de 2009
FERRAGOSTO EN SEVILLA
Si yo tuviera lo que hay que tener, ahora mismo cogía el Polo y me lanzaba a conducir por las calles desiertas de Sevilla con Domenico Modugno en el radiocasete. Pero me falta voluntad. Y estilo. Así que regreso a casa, qué fresquito está el salón, qué tranquilo está el niño, qué hacendosa mi mujer en la cocina, y escribo esto que ahora me leo.
Ah, se me olvidaba decir que tampoco este año he visto la virgen de los Reyes.
martes, 11 de agosto de 2009
CANSA, PERO NO ABURRE
Leer a Bernhard cansa, no porque sea difícil, ya dije que no lo es, sino porque el lector no encuentra en el texto asideros ni espacios en blanco ni zonas de esparcimiento ni puntos y aparte ni áreas de descanso ni capítulos numerados ni bancos en los que sentarse un rato a echarle pan a los pajaritos ni nada de lo que comúnmente suele ponerse en una novela para que al lector se le haga menos fatigoso (y más reconocible) el camino. Cansa, pues, Bernhard. Pero de ningún modo aburre.
lunes, 10 de agosto de 2009
MÉTODO
viernes, 7 de agosto de 2009
SOLUCIÓN DEL ENIGMA

jueves, 6 de agosto de 2009
miércoles, 5 de agosto de 2009
MIRBEAU / BUÑUEL / ARNICHES / ARLT
Se me ocurre que Arniches es el Roberto Arlt madrileño. O Arlt el Carlos Arniches porteño, según se mire la cosa por una punta u otra. Es una intuición, ni siquiera una hipótesis. Atisbo ciertas semejanzas: el uso del lenguaje popular -el lunfardo de Buenos Aires y el habla castiza de los chulos madrileños-, la creación de tipos complejos, que se debaten entre lo grotesco y lo dramático -Erdosain, don Quintín-, el gusto por los bajos fondos. Arlt y Arniches comparten, además, el casi unánime reproche de la crítica por su supuesto desconocimiento de la gramática.
Reconozco que mi atrevimiento es grande, pues apenas conozco la obra de Arlt (lo que no me impide considerarlo como uno de los grandes, aunque sólo sea por lo que de él dice Onetti en su magnífico prólogo a El juguete rabioso) y desconozco por completo la obra de Arniches. Aunque, ahora que lo pienso, es posible que de niño leyera La señorita de Trevelez en la colección RTV. Posible, aunque improbable. Tal vez invento recuerdos.
sábado, 1 de agosto de 2009
TARKOSVKI
Por suerte llega a mi casa Tarkovski, que supo hacerse inmortal a golpes de genio puro, y me hace ver que aún soy capaz de entusiasmarme como un chiquillo; basta con darme el alimento adecuado. Ahí están Solaris y El espejo para demostrármelo, para engordarme (me estaba quedando en los huesos); ahí, todavía dentro de la caja, La infancia de Iván y Andrei Rublev. Hice bien reservándome a Tarkowski, aun sin proponérmelo, para estos años malos en los que uno no sabe bien lo que es, joven o no joven, padre o hijo, cosa hecha o cosa haciéndose o cosa por hacer.
Viene a cuento citar al propio Tarkovski: "Se suele decir que el tiempo es irrecuperable. Esto es cierto en cuanto que, como se dice, no es posible desandar lo andado, recuperar el pasado. Pero, ¿qué significa "pasado", cuando para toda persona lo pasado encierra la realidad imperecedera de lo presente, de todo momento que pasa? En cierto sentido, lo pasado es mucho más real, o al menos más estable y duradero que lo presente. Lo presente se nos escapa y desaparece, como el agua entre las manos. Su peso material no lo adquiere sino en el recuerdo".
Con esto, y 1.400 doblones en el banco, he empezado mis vacaciones.

jueves, 30 de julio de 2009
DESENGAÑO
jueves, 23 de julio de 2009
MATEMÁTICAS
martes, 21 de julio de 2009
LA CALERA

Debo, pues, esperar. Por otra parte, no hay de qué preocuparse. Sé que el libro se me abrirá cuando llegue el momento idóneo. Y el momento llegará, porque siempre ha llegado.
lunes, 20 de julio de 2009
TESORO OCULTO

miércoles, 15 de julio de 2009
FAULKNER

viernes, 10 de julio de 2009
ASESINATO, SUMARIO
martes, 7 de julio de 2009
CHI NON LAVORA...

jueves, 2 de julio de 2009
MONTERROSO

lunes, 29 de junio de 2009
MI TÍO RAFAEL
Esta historia me la contó mi tío Rafael pocos meses antes de morir. A mi tío aprendí a quererlo después de muerto, y es una pena que así haya sido, porque creo que él me quería de verdad y yo tal vez no supe corresponderle.
jueves, 25 de junio de 2009
MIS LIBROS
miércoles, 24 de junio de 2009
PESSOA (II)
Respuesta: porque Pessoa es un genio de la mascarada.
(Escrito después de hojear el libro de Ángel Crespo Con Fernando Pessoa)
martes, 23 de junio de 2009
PESSOA
Releyendo al azar algunos párrafos de El libro del desasosiego me viene a la cabeza un pensamiento que nada me cuesta poner por escrito: yo no querría vivir una vida como la que vivió Fernando Pessoa (o Bernardo Soares), no querría de ningún modo ser y sentirme Fernando Pessoa. Y sin embargo, ¡qué no daría yo por escribir como Fernando Pessoa! Pero para escribir como Pessoa hay que ser Pessoa, no hay otro método. Y de ningún modo, insisto, querría yo ser Pessoa. Y eso es todo lo que tenía que decir.
"Nos convertimos en esfinges, aunque falsas, hasta el punto de no saber ya quiénes somos. Porque, por lo demás, lo que somos es esfinges falsas y no sabemos lo que realmente somos. El único modo de que estemos de acuerdo con la vida es que estemos en desacuerdo con nosotros. Lo absurdo es lo divino. Establecer teorías, pensadas larga y honestamente, sólo para embestir, después, contra ellas; actuar y justificar nuestras acciones con teorías que las condenan. Trazar un camino y obrar de inmediato de modo tal que, por ese camino, ya no podamos seguir. Gesticular y proceder como alguien que no somos ni aspiramos a ser; como alguien que ni siquiera pretendemos que sea considerado como siendo nosotros. Comprar libros para no leerlos; ir a conciertos para no escuchar la música ni para ver quien allí va; dar largos paseos porque se está harto de caminar e ir a pasar unos días al campo sólo porque el campo nos disgusta."
viernes, 19 de junio de 2009
DESCUBRIRÁ PARA SU FELICIDAD
domingo, 7 de junio de 2009
NO ME ACUERDO (II)
21. No me acuerdo del sabor del cordero asado que comí en Estambul. Posiblemente, la única vez que he comido cordero asado.
22. No me acuerdo de lo que tengo que comprar en el supermercado. Tampoco me acordé de hacer una lista.
23. No me acuerdo de haber comido langosta o caviar auténtico en mi vida.
24. No me acuerdo del momento en que dejé de ser un aplicado alumno que sacaba sobresaliente en todas las asignaturas, para convertirme en un alumno mediocre e indolente que se conformaba con ir pasando de curso.
25. No me acuerdo de haber escrito en mi vida una sola página que me haya satisfecho por completo, si exceptuamos las redacciones escolares.
26. No me acuerdo de lo que quería ser de mayor.
27. No me acuerdo del número de veces que he dejado de fumar.
28. No me acuerdo del argumento de El escarabajo de oro.
29. No me acuerdo de cómo se metía la marcha atrás del Rover.
30. No me acuerdo de dónde vivía el hermano de Julio. En cualquier caso, un barrio poco recomendable.
31. No me acuerdo del entierro de mi abuela Carmela.
32. No me acuerdo del título de la película, ni del argumento, ni de nada de nada. Pero me acuerdo de que, hacia el final, salía fugazmente un perro con cara de hombre que daba mucho miedo.
33.- No me acuerdo del Credo ni del Yo pecador.
34. No me acuerdo del camino que llevaba de A. a B.
35. No me acuerdo de la estratagema que permite salir de un laberinto por intrincado que sea (aclaro que no se trata del hilo de Teseo).
36. No me acuerdo del precio del paquete de Luckies en el año ochenta y cuatro.
37.- No me acuerdo del número e.
38.- No me acuerdo del mote que le pusimos al 47 en aquella clase en que todos nos llamábamos por el número de lista.
39. No me acuerdo de los nombres de las cinco hijas de Loli Villa (o tal vez sí).
40. No me acuerdo de lo que soñé esta mañana poco antes de que sonara el despertador. (Un camino elevado, tierra blanda, huertos, un enorme edificio de madera que sirvió de reformatorio en el siglo XIX.)
sábado, 6 de junio de 2009
MUJER, NEGRO, JUDÍO, PERRO, ENANO
Misoginia, racismo, antisemitismo, antropocentrismo y ¿cómo llamar a lo último?, misonosequé... todo ello en una sola frase. ¡Asombrosa capacidad de síntesis!
¿Quién se atrevería a afirmar en nuestros días lo que Baudelaire dijo sin despeinarse hace tantos, tantos años? Con el código penal en la mano (o en la pantalla del ordenador, no quiero faltar a la verdad), el desventurado que en estos tiempos de lo políticamente correcto quisiera imitar a Baudelaire se arriesgaría a ser condenado a la pena de prisión de uno a tres años por cada una de las palabras "mujer", "negro", "judío" y "enano" (art. 510 CP); y si consideramos a las sociedades protectoras de animales como portadoras de una determinada ideología digna de ser tutelada por nuestros sabios tribunales, a lo peor le caían tres añitos más. De nada le valdría al abogado del émulo de Baudelaire invocar el derecho a la libertad de expresión. ¡Todo tiene un límite, caballero!
Además, sus probabilidades de obtener alguna subvención pública o de dar una conferencia en el Instituto de la Mujer (tengo entendido que las pagan bien) menguarían sensiblemente.

Por cierto, no me olvido de que Charles Baudelaire fue procesado y condenado por ofender a la moral pública con la publicación de sus Flores del Mal (algunas imágenes poéticas se consideraron obscenas o blasfemas; desde ese lado hoy Baudelaire no tendría nada que temer, por supuesto). ¡Pero solo le impusieron una multa de trescientos francos, hombre!
lunes, 1 de junio de 2009
33 REVELACIONES
"Como el pintor que se dispone a pintar desde algún lugar elevado un paisaje cubierto por la niebla y al cabo de una hora de trabajo, cansado y confundido por una tarea que de repente juzga equivocada, deja a un lado el pincel y la paleta, retrocede unos pasos y contempla el lienzo: comprende entonces que no está pintando el paisaje, sino la niebla que lo cubre.
"Como el niño que en la azotea de su casa, a la hora del crepúsculo, juega solo con una espada de juguete; la blande, y con su hoja inofensiva atraviesa una y otra vez el aire poblado de incorpóreos enemigos: muchos años después el niño, ya adulto, comprende que se ha pasado buena parte de su vida combatiendo fantasmas con espadas de juguete y que ya va siendo hora de pasarse al acero y a la carne.
"Como el lector que busca en los anaqueles de su biblioteca un libro que recuerda haber leído hace años y del que ya no sabría decir el título ni el autor, pues sólo conserva en su memoria algunas frases vagas y rasgos sueltos de personajes secundarios que el tiempo ha desdibujado: después de buscar en vano durante toda la tarde, comprende que el libro añorado no existe; no existió jamás, jamás ha podido leerlo."
domingo, 31 de mayo de 2009
EL TOPO
-Hijo mío, hoy cumples siete años. Ya eres un hombre. Entierra tu primer juguete y el retrato de tu madre.
Y más adelante:
-¡Destrúyeme! No dependas de nadie.
Pocas palabras, alta pedagogía. Uno no puede sino asentir en silencio, maravillado, cómplice, aunque ligeramente incómodo.
viernes, 29 de mayo de 2009
NO ME ACUERDO
1. No me acuerdo de la cara de mi abuelo materno.
2. No me acuerdo de la tabla periódica, ni de la clasificación de Carl von Linneo, ni de cómo diablos me las apañé para aprobar derecho del trabajo sin abrir el libro una sola vez.
3. No me acuerdo de mi último día de clase en la facultad de derecho ni de mi primer día de clase en el instituto de criminología.
4. No me acuerdo de los nombres de la mayoría de los actores y actrices de cine, sean buenos, malos o regulares.
5. No me acuerdo de la cara de mi primer maestro, ni de la cara de la monja que me daba clases en segundo de EGB y que me tenía prohibido jugar con las niñas.
6. No me acuerdo de cómo me fui enredando en eso de hacerme abogado.
7. No me acuerdo de la primera vez que dejé de telefonear a casa para decir que llegaría tarde, aceptando de antemano el seguro ataque de histeria de mi madre y los no menos seguros bofetones de mi padre.
8. No me acuerdo de la primera vez que dormí fuera de casa.
9. No me acuerdo de quién me enseñó las reglas del ajedrez, pero la tradición, el psicoanálisis y la estadística coinciden en señalar a mi padre como el principal sospechoso.
10. No me acuerdo de quién fue primero, Flipper o Tula.
11. No me acuerdo del título de aquella novela que leí en mi infancia cuyo personaje más atractivo, al menos para mí, era el de aquel viejo medio loco que vivía encerrado en un torreón dedicado al estudio obsesivo de la (insignificante) historia local.
12. No me acuerdo de dónde me viene la manía de contar las palabras por línea y las líneas por página de todo libro que cae en mis manos.
13. No me acuerdo de las razones (o sinrazones) que me llevaron a dejar de hablarle a mi amigo A.
14. No me acuerdo de lo que hice el 13 de julio de 1976, ni de lo que hice o dejé de hacer el 24 de febrero de 1989, ni de lo que hice o me hicieron el 11 de abril de 1991.
15. No me acuerdo de adónde fue a parar el escritorio de mi abuelo.
16. No me acuerdo de lo que almorcé ayer.
17. No me acuerdo del número de mi cuenta corriente.
18. No me acuerdo de cómo nos la arreglábamos para sobrevivir sin teléfonos móviles ni aire acondicionado ni tarjetas de crédito. Pero nos las arreglábamos.
19. No me acuerdo de la efigie que aparecía en los últimos billetes de mil pesetas.
20. No me acuerdo del nombre del colegio al que me apuntaron mis padres cuando tenía siete años y en el que por fortuna sólo estuve un curso. En cambio, recuerdo perfectamente que el autobús que cada mañana nos recogía a mi hermano y a mí para llevarnos al colegio se llamaba “ruta 10”.
martes, 12 de mayo de 2009
PULP / MANHATTAN TRANSFER
viernes, 3 de abril de 2009
TABAQUISMO (II)

TABAQUISMO
miércoles, 1 de abril de 2009
CUMPLEAÑOS
jueves, 19 de marzo de 2009
HABLAMOS DE ESTO Y AQUELLO


miércoles, 18 de marzo de 2009
DE BOLAÑO A DOS PASSOS
martes, 17 de marzo de 2009
CÍRCULO VICIOSO

SUEÑO
jueves, 12 de marzo de 2009
TENGO MAL CUERPO
De los excesos e imprudencias que se cometen en la juventud: me acuerdo ahora de aquella vez que fui con Angelito a la feria de Lora del Río y acabé borracho perdido y en ese estado conduje hasta Sevilla, adonde llegamos milagrosamente sanos y salvos (se ve que el pajarito mandón aún no había decidido finiquitarme) a eso de las seis de la mañana. Al final de la carretera de Carmona tuve que detenerme para vomitar. Salí del coche dando tumbos y apoyé las manos en la tapia de una fábrica, comencé a largar y entonces unos perros se me vinieron encima, ladrando y corriendo desde el fondo del patio. La verja era lo suficientemente alta como para no sentirme amenazado, pero aquellos dientes y aquellas babas y aquellos ojos brillando a la luz de la luna (o de las farolas, no hay que perder la ocasión de despoetizar la realidad) no se me van a olvidar mientras viva.
miércoles, 4 de marzo de 2009
martes, 3 de marzo de 2009
HOPPER / NOVELA NEGRA

lunes, 2 de marzo de 2009
A LA SALIDA DEL LEROY
jueves, 19 de febrero de 2009
JUZGADOS
Ya en la calle, los chicos de la prensa esperando la entrada o la salida de los juzgados de un nuevo detenido en el caso de la muchacha asesinada.
miércoles, 18 de febrero de 2009
EL TEMPLO DEL DIABLO
Esta noche se me ha aparecido en sueños mi tía Carmela, muerta hace años. Me preguntó con voz rara (una especie de eco metálico vibraba en su voz) si yo había cambiado de escritorio. Le contesté: no, tita, no he cambiado de escritorio, es el mismo que tú me regalaste. Mi tía me puso una mano en el hombro y entonces yo me desperté y sentí durante unos segundos el peso de su mano sobre mi hombro izquierdo. No sentí miedo, tan solo la inquietante impresión de que mi tía estaba allí, en mi dormitorio, vigilándome tal vez.
martes, 17 de febrero de 2009
CIGARRILLOS / FOTOGRAFÍA
lunes, 16 de febrero de 2009
LA CARA EN LA NUCA
Ahora, mi único consuelo: los diez mil que escondo en el despacho, detrás de una caja de cartón.